Estos asuntos del corazón que no son mis asuntos....
Sábado. Voy llegando, junto con varios amigos, a un bar y los sones de un grupo rockero se empiezan a escuchar. Mesa para cuatro, por favor. Nos indican el camino, nos acomodamos y a los pocos minutos, algo me hace voltear hacia unas 5 mesas más adelante de donde estoy yo y oh sopresa!!! Ahí está él. Entusiasmado viendo una pelea de box que transmiten en la tele.
Él, mi amor platónico de la preparatoria, enfundando en jeans y camisa de vestir en un tono entre vino y negro. Me parece increíble verlo después de taaantos años. Y es que después de la graduación, osea hace como muchos años, no lo habia vuelto a ver y eso que mi ciudad es relativamente chica!!
Lupito (apodo que le asigné debido a que nació un 12 de Diciembre... él nunca supo que lo nombraba así, aclaro, esa era la intención) me gustó desde mediados del primero de los 3 años de prepa. En aquél entonces yo era más seria y si ahora no se me dan las cosas del amor, antes menos. Me gustaba observarlo y de vez en cuando intercambiar algunas palabras con él, a pesar de que estábamos en el mismo salón de clases. Lupito era de los que siempre sacaban buenas notas pero no tenia el aire del clásico Nerd y lo admiraba por eso. Pero nunca pasó nada entre nosotros y al menos tampoco le llegué a conocer alguna novia.
Verlo después de tanto tiempo me trajo buenos recuerdos. Lo malo de todo esto es que no me atreví a llegar a saludarlo. No sé si él me vió o no... pero yo podría aver pasado por su mesa fingiendo ir al baño ( quedaba por el camino) y luego saludarlo. Pero no. Como si fueran esos tiempos de prepa me conformé con verlo de lejos. Y no es que me siga gustando ( físicamente sigue siendo de mi agrado, claro), simplemente.. creo que en cuestiones del corazón, sigo siendo una chiquilla... o una ñoña. como gusten.
Ahora sí que ya ni llorar es bueno...
diantres!!! por qué no lo saludé!!!!
Sábado. Voy llegando, junto con varios amigos, a un bar y los sones de un grupo rockero se empiezan a escuchar. Mesa para cuatro, por favor. Nos indican el camino, nos acomodamos y a los pocos minutos, algo me hace voltear hacia unas 5 mesas más adelante de donde estoy yo y oh sopresa!!! Ahí está él. Entusiasmado viendo una pelea de box que transmiten en la tele.
Él, mi amor platónico de la preparatoria, enfundando en jeans y camisa de vestir en un tono entre vino y negro. Me parece increíble verlo después de taaantos años. Y es que después de la graduación, osea hace como muchos años, no lo habia vuelto a ver y eso que mi ciudad es relativamente chica!!
Lupito (apodo que le asigné debido a que nació un 12 de Diciembre... él nunca supo que lo nombraba así, aclaro, esa era la intención) me gustó desde mediados del primero de los 3 años de prepa. En aquél entonces yo era más seria y si ahora no se me dan las cosas del amor, antes menos. Me gustaba observarlo y de vez en cuando intercambiar algunas palabras con él, a pesar de que estábamos en el mismo salón de clases. Lupito era de los que siempre sacaban buenas notas pero no tenia el aire del clásico Nerd y lo admiraba por eso. Pero nunca pasó nada entre nosotros y al menos tampoco le llegué a conocer alguna novia.
Verlo después de tanto tiempo me trajo buenos recuerdos. Lo malo de todo esto es que no me atreví a llegar a saludarlo. No sé si él me vió o no... pero yo podría aver pasado por su mesa fingiendo ir al baño ( quedaba por el camino) y luego saludarlo. Pero no. Como si fueran esos tiempos de prepa me conformé con verlo de lejos. Y no es que me siga gustando ( físicamente sigue siendo de mi agrado, claro), simplemente.. creo que en cuestiones del corazón, sigo siendo una chiquilla... o una ñoña. como gusten.
Ahora sí que ya ni llorar es bueno...
diantres!!! por qué no lo saludé!!!!
de perdido pedirle el mail jaja
grrrrrr
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